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Todo Puede Ser

Vieiras al horno, que fácil es!!

Mi pobre blog, además de sufrir de abandono por mi parte, es acusado de excesivamente elitista para el fin para el que nació, que era servir de libro de la Abuela, moderno y actualizado, para que e…

Origen: Vieiras al horno, que fácil es!!

Los servicios públicos o la dinámica del propio interés

Normas ChusEste tema, muy delicado, siempre genera controversias pero en mi opinión se aborda habitualmente con el corazón y pocas veces con la cabeza. Vemos, sobre todo en estos tiempos recientes de proclamas partidistas, un montón de argucias y pocos argumentos a favor de determinados servicios públicos (curiosamente, no en contra). En mi opinión, es de un maniqueísmo exacervante, donde únicamente se entienden estos servicios como buenos y nadie matiza o retoca un tema que si algo tiene, es un montón de puntos de vista. Permitidme que introduzca mis argumentos con un ejemplo reciente.

Recientemente acompañé a Juan en su periplo por el Hospital Gallego Universitario (el CHUS), en Santiago de Compostela, se tenía que operar y era 31 de diciembre, huy!!! No era una operación compleja, pero si perentoria,  que se complicaba linealmente en función del tiempo de espera y de forma grave.

Así las cosas nos internaron en urgencias y tardaron unas 24 horas en operarlo aunque venia pre-diagnosticado por su médico de cabecera. Lo curioso es que la única información importante la dio un médico que nos contó cómo sería la operación, nos pidió que firmásemos la exención de responsabilidades y ahí se quedó todo por 20 horas más.  Nos hinchamos a preguntar que cuando nos subirían a nuestra habitación,  para cuando  la operación, etc.,… Nadie sabía nada, ni cuántos médicos disponibles, ni que sucedía, ni para cuando, en definitiva no hay ya maniobra posible, o esperas o te vas a otro sitio, pero no sabrás que ocurre, porque nadie se ocupa de esa tarea, te dicen que preguntarán, que no es su función, pero nadie te informa, para que tú decidas qué te conviene. Sin embargo,  ocurren cosas curiosas:

  • Vas a preguntar a un mostrador y el personal levanta la vista desde su móvil, te mira como si le estuvieras molestando y nada, no sabe, que esperes al médico.
  • Te contestan que lo van a preguntar, pero no te informan del resultado de la consulta.
  • Una hora más tarde aparece un joven médico, residente probablemente, nadie se identifica. Te vuelve a contar el rollo de la operación como si fuese un examen de la carrera.

Lo curioso es que un empleado de esta empresa, no se inmuta frente  a sus clientes, los pacientes, ni frente a los contribuyentes. Es como si estuvieses en su Casa, donde tú debes cumplir normas, por supuesto aleatorias, porque puedes deambular por todas partes y a cualquier hora hasta que alguien te llame la atención, que puede suceder en cualquier momento y por cualquier motivo, y ellos tienen obligaciones inescrutables, que por supuesto, tú no entiendes. Sin embargo, no hay ningún servicio encargado de darte la bienvenida a ese centro, de contarte las normas, de informarte de lo que ocurre, de presentarte alternativas para que decidas, simplemente es un mar proceloso e irreverente, donde todo se funde, la ignorancia es un  agravante, y el mundo de los contactos indeseables predomina y se adelanta, configurando las prioridades en un mundo de desconocimientos del proceso lógico que mana de tus derechos como paciente. Por eso a nadie le interesa dar detalles, programar o prever lo que te va a pasar, así tú no sabes. Es fácil decir que está ocurriendo algo excepcional, que la vida está en juego o que lo tuyo es necesariamente postergable, como si lo que sucede allí en esos momentos, no sucede habitualmente o la Empresa no está preparada para ello, siempre lo que sucede parece una excepción imposible de predecir. Este maremágnum de desinformación solo produce desazón y solo favorece la incompetencia, como esos trabajadores que móvil en mano alternan  pacientes con wasás.

Esta fase, la preoperatoria, que acumula minutos en una espera desinformada y peligrosa, acerca el problema de Juan a las consecuencias de no operarlo de inmediato, ya que sus síntomas de 36 horas, indican una peligrosa evolución de su enfermedad.

Curiosamente, de repente, nos dicen que hay habitación ya! que de inmediato nos suben y que en el día se le operará, motivo “hay dos operaciones muy importantes en marcha”. Tres horas después nos suben a una habitación. Es curioso que nos hayan hecho ver que la incómoda ocupación de un espacio en la zona de urgencias se debe a la falta de habitación en planta, cuando al llegar vemos que media planta está desocupada, se palpa la despreocupación, la falta de previsión. Una o dos horas más y lo operan. Suponemos que nuestras quejas y algún aviso soslayado de que esto está durando más de lo recomendable apuran las decisiones de no se sabe quién, debe ser aquel concepto franquista de “la Superioridad”.

Viene la noche y por supuesto, nadie se ocupa de quien eres, cuanta gente hay en la habitación, quien entra y sale, ni tampoco te informan de que van a hacer o lo hacen aleatoriamente, es decir alguien te dice: “voy a ponerle un calmante”,  pero en general nada.

La noche transcurre con Juan en un posoperatorio tranquilo, a no ser por el ataque cruel de la enfermera que entra en la habitación como un elefante en una cacharrería unas seis o siete veces, atacando la puerta con furia y dejando sistemáticamente la puerta abierta y la luz encendida. Por supuesto no saluda a ninguno de los dos que estamos en la habitación, no dice que hace ni porqué. Pero lo inentendible es que nos sobresalte con sus maneras y nos despierte, sobre todo a Juan que lleva casi tres días sin comer, con dolor y a medio dormir. Por supuesto el desorden llama la atención. Esa separación entre empleado y paciente hace ver que cualquiera con una bata puede medicar a cualquier paciente sin problemas, suponemos que tampoco se vigila con video, ya que no hay carteles que lo indiquen, en fin el hecho de que en cualquier parte del hospital, muchos empleados transiten con camisetas que ponen en letras de molde, “solo para usar en zona quirúrgica” no sorprende a nadie.

Por la mañana, y ante la perspectiva de que la próxima noche suceda lo mismo, me digo, ármate de educación y diles por favor que Juan padece Lagoftalmia, duerme con los ojos semiabiertos, y que por favor tengan en cuenta eso y apaguen siempre la luz y cierren la puerta, ya que de lo contrario no descansa correctamente y lo necesita. Pobre de mí, esperaba un, “no se preocupe, así lo haremos, claro o un qué se yo amable y considerado” me dice, “Pues yo he cerrado la puerta y apagado la luz todas las veces”, en fin, excusatio non petita acusatio manifiesta. Ya contesto “pues No, eso lo he hecho yo cada vez que ha entrado en la habitación” Cuando me iba, me hizo volver y me dice: “eso lo hago para no tener que abrir la puerta cada vez y así no despertarlo”, ¡vaya! ¿que cosas pasan, como no habría caído yo en eso?

Por otro lado, abundando en las buenas maneras y esa atención exquisita, hemos tenido que limpiar nosotros el agua de la ducha que se escurría hacia la habitación, porque se ve que no era función de la persona que limpia la misma. He recibido un correctivo verbal al sentarme en la silla de la cama vacía de la habitación porque si hay que subir a alguno de esos que lleva 24 horas esperando, hay que mandar a alguien  a limpiar (no se sabe qué habré manchado). Me han echado al grito de salga, para hacer la cura, sin pensar que puede que deba estar o que simplemente Juan lo quiera. Nunca he oído un ¿hola, cómo está?, buenas noches o ¿desea algo?, es como si fueras un trapo, que contrasta con la nota que se adjunta. Qué curioso! Única imagen a insertar en el blog, las normas que pegadas a la puerta, hay en cada una de las habitaciones. Sobran las palabras.

No es criticar por criticar, quizá no use esa prerrogativa del compadreo, tan al uso en nuestra Galicia para adelantar unos puestos y conseguir que releguen a alguien para colarme a mí,  pero ganas me dan de usarla para poner en la calle o incomodar a alguno de estos trabajadores indeseables que a saber lo que harán con el que conjuga humildad, falta de medios y dolor y asustado ve pasar sus males sin apoyo y sin una mísera información.

¿Y que me parece a mí? pues que no se pueden pedir servicios públicos cuando:

  • Los que mandan y los que trabajan son de planetas diferentes, donde se ve claramente que el empleado campea por sus fueros malhumorado y alejado de su paciente, el objeto de su trabajo. Alguien que no considera un problema que su empresa no tenga un servicio de atención al paciente superpuesto a su labor, que la gente pastoree el hospital como si fuera un mercado de abastos, o que los carteles que informan al paciente en su relación con los empleados, debe ser leído por éstos también.
  • A los que mandan no se les ve ni se les espera, no se percibe su presencia ni sus actos. Estoy seguro que alguien manda en este maremágnum de inversiones desaprove-chadas, en centros vacíos por las tardes, camas vacías y urgencias a rebosar. En este desconcierto donde los pacientes suman a sus problemas la imprevisión de quien les tiene que ayudar, donde nadie les ayuda a afrontar sus problemas con un mínimo de información, ya no digamos una asistencia social a quien se encuentra solo ante su dolor, sin compañía y sufriendo, alguien que atempere la fría crudeza del dolor.

Si la Empresa, funciona así, de qué manera se gestionarán los medios económicos que se destinan a este Servicio. Estará optimizado o tendrá más medios que nadie a fuerza de gastar dinero del erario público. Estaremos costeando un servicio caro a costa de limitar la oferta privada del mercado y por lo tanto el acceso a una sanidad mejor, o realmente esta es la única manera de cubrir las necesidades de atención sanitaria de nuestra sociedad.

No quiero decir con esto, que achatarren una sanidad pública en beneficio de otra privada. Hay muchas opciones válidas y un espacio tremendo para debatir. Pero desde luego, no se puede pedir a la ciudadanía que apoye una sanidad pública y luego vapulearlos como si no importasen o mostrarles una faceta de lo público que es aterradora, esa oligarquía funcionarial apoyada en la impunidad, que les permite hacer  casi cualquier cosa. Esa sensación de fortuito y mala gestión que acompaña, mucho más frecuentemente de lo deseable, la función pública. Creo que para ya debería medirse a los funcionarios de una manera más democrática, ya está bien de dos varas de medir, ante el banal argumento de las Oposiciones, una para los trabajadores de este país y otra para los funcionarios, que al parecer es algo diferente a un trabajador. Se puede medir a los trabajadores de la Administración en las mismas condiciones que en la Privada y así, de paso también mediremos a sus gestores, los políticos.

Aquel que ante los hechos con los que no está de acuerdo, no se queja, acude a las elecciones, obturado de sentimientos y falto de debate ante las propuestas que nos deberían poner sobre la mesa los políticos, con sus argumentos.

Quien debe decidir sobre el Urbanismo ?

La arquitectura de Gaudi, la Sagrada Familia en Barcelona

Gaudi

Creo que los ayuntamientos están pasados de moda. Las nuevas tecnologías y las CCAA han dejado sin contenido unos organismos que tiene unas delimitaciones físicas que nada tienen que ver con el territorio, salvo excepciones.

Por ello, propongo esta organización Territorial:

  • El Estado. El Parlamento
  • Las CCAA / Regiones. Parlamento Autonómico
  • Las Comarcas. Consejo Comarcal / Los Centros Metropolitanos. Consejo Metropolitano
  • Los Ayuntamientos. UN representante en la Comarca elegido en listas abiertas.

Esto requiere seguro una exposición mas detenida para entenderlo mejor, pero avancemos.

Las diputaciones desaparecen y los ayuntamientos a través de su Representante (o Representantes por nº de habitantes) exponen en el Consejo Comarcal las peculiaridades y necesidades de sus Ayuntamientos (hoy en día, los Ayuntamientos gastan sus ingresos directos en su propia estructura, en pagar su deuda y prácticamente no ofrecen servicios. Tienen externalizado las basuras, el Agua, el Saneamiento, la Jardinería, etc,… y la CCAA pone el resto, Obras Publicas, la Educación, Turismo, la Recaudación (Diputaciones), la Sanidad,…) Se dedican básicamente a maniobrar en el Urbanismo y en la Ordenación del Territorio y por ello a influir subjetivamente en la ordenación territorial, y en consecuencia en el Mercado Inmobiliario. Además, los Ayuntamientos, poco o nada tienen que ver con la ordenación del Territorio, ya que el Territorio debería ser ordenado desde la perspectiva, no solo de su configuración geográfica, sino climática, hidrográfica, agrícola o en base a sus recursos económicos. Unos entes, reducidos a las atribuciones de una Comunidad de Propietarios gastan en exceso recursos y dinero, en Alcaldes, Concejales, Interventores, Tesoreros, etc,… y eso hoy en día es absurdo.

Propongo:

Una Comarca, dibujada sobre el territorio, donde los depósitos del agua se coloquen en el punto adecuado, el agua discurra hacia una depuradora colocada en el lugar idóneo, los polígonos industriales en relación con las infraestructuras viarias, agrupados en volumen suficiente para permitir el desarrollo de las industrias, tanto principales como auxiliares, las zonas a proteger bajo la decisión de sus interesados, un trasporte unificado, urbano y periférico, una gestión adecuada del Turismo, no sólo del Turismo ocasional o sectorial, sino el que caracterice a esa zona, sostenible y amplio (senderismo, rural, ecológico, de playa, montaña, cultural, religioso). Creo que es mejor un mismo criterio político para un mismo territorio y no este maremágnum de decisiones encontradas que son los diferentes colores políticos y que hipotecan con sus cargas urbanísticas el desarrollo de las Comarcas.

Es mejor dotar a los entes Comarcales de un Consejo, con la representación política proveniente de unas elecciones que sustituyan a las municipales, un representante en lista abierta (con nombre y apellido, por agrupaciones con determinado número de habitantes (municipios), todos ellos juntos nombrarán un equipo de Gobierno en sustitución de tanto Concejal a media jornada. Un equipo técnico, Funcionario (por aquello de la independencia), constituido por Arquitecto, Ingeniero, Biólogo, Abogado, etc,… uno por cada área sectorial relevante, que informen los expedientes correspondientes y permitan asesorar a nuestros representantes en la dirección adecuada en el desarrollo del Territorio, creando modelos urbanos adecuados a las características propias del espacio que pisamos y a los recursos de que disponemos.

En fin, esto es una propuesta, una idea que está mínimamente desarrollada, pero que a mi en tender apunta a una organización más racional y económica de nuestros recursos

Así nos va!!

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Quiero dejar estas reflexiones, en unos días terribles para este mundo descastado y ruin en el que nos estamos convirtiendo, sobre todo una inteligente contestación de un amigo mío que añado al final:

«Cuando los jefes de los Empresarios, recogen su coima, se la reparten y se la llevan a Suiza, las cosas van mal….
Cuando los jefes de los obreros recogen su coima, se la reparten y la meten debajo del colchón, en fin, las cosas van muy mal
Cuando un desastre como el del Prestige o el de Angrois, …se escurre por el inodoro de la desvergüenza política y judicial, las cosas además de ir mal, envilecen.

Pero cuando impunemente mandamos militares a guerras ajenas, con incuestionables y dudosos principios de justicia y libertad, que aquí no tenemos, nos denigramos todos, pero,…..si a continuación vemos que mueren 10.000 personas, en una desastre natural, y no en enviamos ni una maldita balsa con un poco de ayuda, … Realmente aquí, creo que hemos tocado fondo, no sé si nos merecemos a nuestros dirigentes, o no, pero de lo que estoy seguro es que esto debe cambiar YA.»

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 XOSE MANUEL VEGA GÓMEZ: «No va a cambiar nada, Catalumbrita. Este es un país que no es tan siquiera un país: nunca se ha hecho ninguna revolución- ni económica ni política; nunca se le ha cortado la cabeza a ningún rey, el poder ha estado siempre en manos de los mismos y en el siglo XXI seguimos con la Iglesia más poderosa de Europa, preocupada desde la Edad Media unicamente por poner bajo palio al que manda a cambio de que conserve su poder y sus privilegios. El único intento serio de cambiar las cosas fue la II Republica: aquella España representaba la élite artística, cultural e intelectual de Europa y de buena parte del mundo. Pero los poderosos de siempre optaron por la espada y la muerte para conservar sus privilegios y así estamos. Las formalidades democráticas de la llamada Transición se han revelado como lo que eran: un mero maquillaje; cambiar la apariencia para que todo siga igual. Tenemos a delicuentes, indultados por el gobierno mal llamado socialista, presidiendo bancos. Tenemos un sistema tributario que es una broma de mal gusto; está basado en las nóminas de los asalariados y en los impuestos indirectos como el IVA. Las grandes fortunas de las Koplovich y otras tres mil familias españolas multimillonarias permanecen refugiadas en SICAVs , cotizando al 1 por ciento. Tenemos unos partidos que no nos representan; son meras maquinarias de ocupación de poder, los diputados son meros empleados de los partidos. Se ha creado una casta política ignorante e impresentable social y eticamente. Las voces críticas, los «intelectuales» están a sueldo de los gobiernos, de formas diferentes pero todos enganchados a la teta pública. Esto para que cambie, tendría que ir mucho peor. Y no lo van a permitir. Catalumbrita, no te has enterado: «la crisis ya ha quedado atrás»(Alierta dixit) Y «si se hacen más reformas, podemos crecer un tres por ciento en 2014″ (Francisco Gonzalez dixit). Ellos nos están fabricando la verdad todos días; esa es la verdad, no la que tú y yo percibimos. Y lo peor es que hay quien se lo cree. La esperanza es un combustible que prende con chispas imaginarias.»

El juez sostiene que el ADIF «omitió cautelas elementales» de prevención

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Bien! un poco de luz en este asunto. Era claro que alguien en algún momento iba a tocar este tema por el camino correcto, los responsables, esos que  deben decidir en función de sus capacidades sobre lo esencial de la actividad de que se trata, ya sea un banco, una empresa, un Ministerio de medio ambiente o un petrolero que se parte en dos. Fuera apegos mediocres y melifluos ante querencias nacionalistas o partidistas, las VICTIMAS, siempre merecen la verdad, y eso es lo que casi todo el mundo espera de la actividad judicial, ya que solo sobre la verdad es posible tener JUSTICIA.

El problema de adjudicar un responsable, en vez de invitar a participar en el juego judicial de la verdad a todos aquellos que en alguna medida participaron en esta tragedia, es que por un lado evitamos el efecto corrector que tiene el asignar las culpas en orden a las responsabilidades y por otro cubrimos a aquellos que tienen en la dimisión la forma de expiar los carencias en su gestión. Sin querer estamos, por un lado evitando que aquellos que deben velar por la seguridad y la eficacia, perciban como suyas las consecuencias de sus omisiones y por otro lado, expiamos nuestras/sus culpas en la evidencia de una conducta humana previsible, razonable y en modo alguna culpable en exclusiva de una barbaridad como la sucedida, y con ello la posibilidad de evitar otra en el futuro.

La SEGURIDAD, requiere de normas absolutas, independientes y precisas sobre como se debe actuar, en lo posible autónomas y mecanizadas para evitar precisamente y sobre todo un «ERROR HUMANO», y en paralelo, deben ser confirmadas y supervisadas en todo momento.

Creo que el juez ha dado un paso importante. Me gustaría ver en los responsables políticos, … un GESTO, una dimisión, … un Mea Culpa! una vez, por primera vez, ……como si amaneciera!

Un tren+ seguro o se podría haber evitado el accidente de Angrois?

Sprinkler, el simbolo de la seguridad en un tren

Últimamente se discute sobre si un accidente como este podría haberse evitado. He oído muchas opiniones sobre la seguridad del tren, la oportunidad de ciertas medidas, o si el número de conductores debería ser de dos, o de tres, etc.,… y al respecto, me gustaría aportar mi opinión a este debate.

Los sistemas de seguridad dependen, entre otras, de tres cuestiones:

  • Su coste.
  • El riesgo en función del número de posible víctimas. Aforo
  • La tecnología y el Factor Humano

Obviamente, si queremos proteger la vida de un  quiosquero, ante el riesgo de un incendio, no dispondremos un sistema automático de rociadores con una bomba de agua y un deposito que garantice el suministro durante el incendio, es más caro que el propio  quiosco, bastará un extintor y una puerta por la que pueda salir a un  lugar seguro y salvar la vida. Las medidas de seguridad son algo que obviamente depende del coste del elemento que puede causar el daño.

El aforo, el número de personas que simultáneamente corren un riesgo, un partido de fútbol, un concierto, una discoteca, los grandes supermercados, una fábrica, etc.,… deben ser objeto de prevención especial. Las puertas de emergencia, los extintores, los rociadores automáticos, las alarmas conectadas son sistemas de prevención, unos activos otros pasivos, que nos protegen ante un incendio, una avalancha, un terremoto, un atentado…

Los coches, esos productos que compiten tremendamente para vender, disponen de multitud de sistemas de seguridad,  ABS, EPS, cinturones, radares, control de ángulo muerto, aviso de límite de velocidad, airbags, alcoholímetros, etc.,… IMPARABLE, por vender cualquier cosa!. Curiosamente, el top ten de la investigación, es comunicar las centralitas de los vehículos con las señales de tráfico para reducir la velocidad en función del tramo en el que van, pero claro, la carretera es un sistema complejo, donde los vehículos coinciden en la misma vía. Cómo frenar unos sin frenar a los otros? Creo que cualquier lector está convencido que verá nacer este sistema para los vehículos. Por qué?, pues porque se mueren más de 1000 personas al año solo en España, y quizá 300 por velocidad inadecuada.

Un tren frena por la acción de un interruptor que activa un sistema que distribuye la presión de unas pastillas sobre las ruedas y simultáneamente controla el motor de tracción, con el fin de evitar que las ruedas patinen y optimizar así la retención de la masa del tren. Es de sentido común, que los límites de velocidad se apliquen automáticamente al tren en función de su recorrido, ya que va por raíles, y si para, pues eso, se paró (nada más!, el tren vuelve a arrancar y la compañía indemniza por el retraso, punto!). Y ahí está el maquinista, para ver porqué se paró el tren y si es por error, que active un protocolo para poner en marcha el tren otra vez. Además, podríamos, ya de paso, incluir un radar que detecte obstrucciones en la vía, como algunos vehículos de alta gama, y conectarlo al mismo sistema, tiene la ventaja de que funcionan también de noche.

Poner más maquinistas, es una bobada, es mejor poner un sistema que cuando el maquinista quite la vista de la vía, se pare el tren!, alguien podría explicarme, por qué te despista una conversación por el móvil y no una con tu compañero/a de viaje? Esto de los multimaquinistas, es el argumento más flojo que he oído a favor de la seguridad en el tren, exactamente igual que echarle la culpa al conductor, que si os fijáis, siempre, en el pecado lleva la penitencia. El verdadero responsable es el que no se gasta el 1% del presupuesto en SEGURIDAD, el que inaugura con prisas y a lo loco, el que vende tecnología de la velocidad insegura y no invierte en I+D sobre Seguridad en Alta Velocidad Española (SAVE).

Mi querido Garzón, ánimo! Que seguro que tu acumulas mucho dolor, no el insustituible dolor de la perdida, el dolor de pensar que podrías haberlo evitado. Yo pienso que la responsabilidad del ser humano tiene un límite, pero la estulticia de los que abogan por vía fácil del dolor ajeno, evitan alcanzar las soluciones para que esto nunca más se vuelva a repetir.

Una carta, que lo resume todo

Una carta, que lo resume todo

«deseo que explique, como fueron los pasos dados en la creación de una red ferroviaria donde un accidente como este es posible».

Esta estupenda frase, es lo más cuerdo que he leído sobre el accidente de tren de Santiago, ¡cuanta verdad hay en ella!

Estamos inmersos en una estructura social deshumanizada donde la decencia, la ética y la verdad, se manejan en función de la influencia de sus miembros, donde la lógica de lo inmediato y evidente, está sujeto a la posición del orador, ya sea político, periodista, banquero o empresario. Somos reos de una organización social donde existen aforados, alcaldes, diputados, asesores, ingenieros, presidentes y hasta reyes, títulos o profesiones, que hemos pasado de exigir la obligación de la responsabilidad que conllevan a presuponer la honestidad de lo que dicen los que los ostentan. Aquí sienta cátedra el más pintado, solo por el hecho de ser «alguien», un Alcalde, un Presidente, … un  rey. Cuando la verdad nace de lo inesperado de un sentimiento profundo y doloroso, se viste de cruda realidad, no importa el titulo del que lo dice, su propia exposición es honesta, dura y exacta, y en este caso, tan claro, se resume en una idea fundamental, la única que da sentido a una sociedad, ¿cómo nos hemos juntado todos aquí y hemos permitido que esto haya pasado?

Como es posible que existiendo un sistema de seguridad ferroviaria, se haya decidido… aquí, NO?

Merecen las victimas (muertos, heridos, familiares, amigos, ciudadanos, todos ellos victimas), la deuda que los políticos (nuestros dirigentes) han contraído por el coste eludido de un sistema de seguridad, que si estuviera activo y completo hubiera evitado esto?

Volveremos a la práctica de poner un punto negro en las infraestructuras ferroviarias donde se acumulan los muertos, victimas de un error de diseño, de una escasa inversión o de la pereza de una solución, evitada a golpe de  justificación extemporánea, ya sea una señal, una luz a destiempo o la infamia de excusarse en el error ajeno del que seguro es uno más, una victima?

No da tanto dolor para expiar alguna culpa, en un gesto de DIMISIÓN, que seguro vendría a poner luz a esta discusión y que al menos el nuevo responsable tendrá en cuenta en el desarrollo de sus RESPONSABILIDADES futuras?

Espero, que algún dia, esta caterva de politiquillos que nos gobiernan, se iluminen de ética y decencia, y marquen, esta vez sí, un CAMBIO, en nuestros pais.

Un BLOG es como la soledad de esta imagen en la acera de una calle cualquiera, expuesta a todos, solo percibe aquello que termina pasando por su lado.

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Chola